Una estación de carga de vehículos eléctricos, también denominada bahía de carga o punto de carga, es una infraestructura diseñada para suministrar energía eléctrica a los vehículos propulsados por motores eléctricos. Estas estaciones de carga permiten recargar las baterías de los vehículos eléctricos de manera eficiente y segura. Una estación de carga consta de varios componentes, entre los que se encuentran una fuente de alimentación, un cable o enchufe de conexión eléctrica y una serie de dispositivos de seguridad. La fuente de alimentación convierte la electricidad de la red en una forma compatible con las baterías de los vehículos eléctricos. El cable o enchufe de conexión permite conectar el vehículo a la unidad de carga para iniciar la carga.
Las estaciones de carga se pueden clasificar según su potencia de salida. Las columnas de baja potencia se suelen utilizar en lugares como aparcamientos públicos, centros comerciales o zonas residenciales. Por el contrario, las de alta potencia, conocidas como estaciones de carga rápida, suelen instalarse a lo largo de autopistas o gasolineras, lo que permite recargar las baterías del vehículo en menos tiempo.
Cuando no haya estaciones de carga disponibles, se pueden utilizar los servicios de carga móvil.