La recarga aislada de vehículos eléctricos hace referencia a soluciones complementarias a los puntos de recarga en red, tradicionalmente basadas en la recarga del coche a través de una conexión directa a la red eléctrica a través de postes o wallboxes.
La tecnología fuera de la red implica el uso de otro dispositivo, por así decirlo, intermedio, como, por ejemplo, una furgoneta eléctrica para la carga móvil bajo demanda.
Junto a las soluciones de carga de móviles, también existen sistemas de almacenamiento con fuentes de energía renovables, estaciones temporales equipadas con un acumulador, robots capaces de llegar de forma autónoma al coche para recargarse y, por último, cambios de batería.
Esencialmente, en la carga fuera de la red, las dos fases de tomar electricidad de la red y suministrarla al vehículo no se superponen y pueden realizarse en diferentes momentos y lugares.