La carga ultrarrápida para vehículos eléctricos es un proceso de carga extremadamente rápido que permite que la batería del vehículo se recargue más rápido que los modos de carga tradicionales. Esta tecnología avanzada está diseñada para entregar una cantidad significativa de energía a la batería del vehículo en un período corto, lo que permite conductores para recargar su coche y volver a la carretera rápidamente.
La carga ultrarrápida generalmente se realiza utilizando estaciones de carga capaces de entregar una potencia muy alta a la batería del vehículo. Esto permite almacenar una importante cantidad de energía en tan solo unos minutos, reduciendo significativamente el tiempo de espera durante las paradas para la carga.
Las estaciones de carga ultrarrápida tienen conexiones de bajo voltaje, una cabina de transformador MV/LV dedicada y sistemas de enfriamiento robustos para manejar el suministro rápido de energía. Algunos de los protocolos de carga utilizados para la carga ultrarrápida incluyen CHAdeMO, CCS (Combined Charging System) y Tesla Supercharger.
La carga ultrarrápida representa un gran paso adelante en el despliegue de vehículos eléctricos, ya que reduce significativamente la ansiedad por la autonomía y permite a los conductores hacer viajes más largos sin largas paradas para recargar.